La familia contemporánea - David Omar Gallardo

La familia contemporánea

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En la sociedad contemporánea se plantea que la biblia debe "aggiornarse" a las nuevas concepciones de familia que se están dando en la actualidad.

Para empezar el calificativo de "cristiano" significa que sigue a Cristo o se identifica con él.

Por ello, cuando comienzan las definiciones sobre si existe el matrimonio de personas del mismo sexo, se debe hacer una primera salvedad: que existen familias cristianas y familias no cristianas, las primeras siguen a Cristo y las segundas no.

"Y dejará el hombre a su Padre y a su Madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne".

"Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella..." (Efesios 5.25)

Es por eso que la sociedad contemporánea lo primero que debe respetar es que las concepciones de familia que se están postulando en la actualidad, fuera de lo que enseñó Cristo, corresponden a valores que no tienen nada que ver con Cristo, y por tanto para el cristiano todo lo que no se encuadre a la enseñanza de Cristo no es correcto.

Cristo definió su camino como el "camino angosto que lleva a la vida", como así también explicó que los demonios también creen en él y tiemblan al hacerlo, pero no obedecen. Por ello, el cristiano contemporáneo debe enfrentarse a los postulados actuales, debiendo entender que la lucha consiste  en decidir someterse y obedecer a lo que los medios y parte del estado intenta instalar, o lo que Cristo enseña.



Acerca del divorcio.

"También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio. Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio" (Jesús)

Es muy discutido el tema del divorcio aún en la actualidad, pero la biblia es clara, el divorcio no es aceptado, salvo en el caso de adulterio.
Es decir, que en caso que en un matrimonio una de las dos partes tenga relaciones sexuales con otra persona, queda abierta la posibilidad del divorcio (el repudio), y a renglón seguido, sólo puede volver a casarse la parte inocente, y no así la culplable.

El adulterio es tan grave desde el punto de vista cristiano, que quien lo comete sería considerado como Esaú cuando menospreció su primogenitura (y la perdió) a cambio de un plato de guiso (Génesis 25.30-32).



Conclusiones.

La sociedad contemporánea menosprecia todo lo que tenga que ver con Dios, o con religión, pero acepta todo lo que tenga que ver con espiritualidad.

Esto es porque la filosofía humanista ha penetrado hasta las fibras más intimas de los valores actuales, donde el centro del hombre y la mujer es ellos mismos, y todo tiene que apuntar a "hacerlo feliz"; por lo que todo lo que no haga a su felicidad es considerado "malo".

Es por ello que las espiritualidades modernas buscan una religión o un Dios que les "sirva", que no les exija nada, no quieren un Dios al cual obedecer, sino un Dios que les obedezca a ellos.

Y por tanto, no hay forma de conciliar la postura humanista con las enseñanzas de Cristo, ya que Cristo pide que se le rinda todo, porque él es la verdad, en un mundo donde cada uno dice tener la suya propia.




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